Un intérprete es un mediador lingüístico gracias al que personas que hablan idiomas distintos pueden comunicarse de forma fluida. Además de tener un excelente conocimiento de sus idiomas de trabajo, ha de mostrar un alto nivel de cultura general, agilidad mental y capacidad de concentración, así como un profundo conocimiento de la cultura subyacente de cada idioma de trabajo. Hay varios tipos de interpretación, y se elegirá el más adecuado en función de las necesidades o del evento organizado.
Estas son las modalidades de interpretación más frecuentes:
Interpretación simultánea:
La más conocida y sin duda la más ágil de todas las modalidades. El intérprete o traductor simultáneo traducirá de forma fluida el discurso al idioma de destino, al mismo tiempo que el orador. La traducción simultánea suele requerir cabinas y un equipo completo de sonido y megafonía. Puede utilizarse en cualquier tipo de evento, aunque se presta de forma ideal a los congresos, seminarios y conferencias con alto número de participantes, así como a la interpretación en radio y televisión. También existe la posibilidad de usar un equipo portátil de tipo “Infoport” para eventos con pocos asistentes y a los que se quiere aportar mayor fluidez.
Interpretación consecutiva:
El intérprete consecutivo realiza su labor tomando notas del discurso del orador, traduciéndolo posteriormente. Requiere alargar la duración del acto en el que se emplea, al producirse dos discursos, el original pronunciado por el orador y el del intérprete. Esta modalidad resulta la más adecuada para reuniones con pocas personas, conferencias de prensa y otros actos de corta duración. Podemos decir que es uno de los tipos de interpretación más complicados, por el complejo sistema de notas que tienen que usar los intérpretes, un sistema que requiere formación y mucha práctica.
Susurro o chuchotage:
Es uno tipo de interpretación simultánea al que se recurre cuando tan solo una persona (dos como mucho) precisa traducción. El intérprete se sienta a su lado y le va susurrando el discurso al oído. Al igual que la interpretación simultánea en cabinas o con infoport, tendrán que turnarse 2 intérpretes cuando el evento alcance una duración determinada.
Interpretación jurada:
La interpretación jurada implica una gran responsabilidad ya que un traductor e intérprete jurado es fedatario público por su capacidad para certificar documentos. Por ello, requiere un alto grado de especialización en el ámbito jurídico. Para poder ejercer como tal, el intérprete tiene que haber sido habilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y estar por lo tanto registrado en su listado de intérpretes jurados.
Este tipo de interpretación se solicita en ciertos tribunales y juzgados así como en otros organismos oficiales, como por ejemplo el Registro Civil. Aunque no sea obligatorio en la mayoría de audiencias judiciales, da cierta garantía de que el intérprete tenga conocimientos jurídicos.
Además de la interpretación, podemos encargarnos de todas las necesidades técnicas de su evento, proporcionar asesoramiento, y prestar servicios complementarios